Habitual en personas mayores y en mujeres tras la menopausia, la osteoporosis vuelve más delicados los huesos y aumenta el riesgo de fracturas, debido a la pérdida de masa ósea y a su debilidad. Aunque no es el efecto dañino más conocido y se requieren más estudios científicos sobre esta relación, lo cierto es que esta patología afecta también a la salud oral, tanto de forma directa por la debilidad en los huesos que sostienen los dientes, como por los efectos secundarios de determinados fármacos usados en el tratamiento de esta patología.
Con motivo del Día Mundial de la Osteoporosis, este 20 de octubre, el Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife pide a las personas con osteoporosis que le comuniquen a su dentista del diagnóstico y tratamiento, para que este pueda recomendarle las medidas preventivas necesarias y evaluar el estado de su salud oral, ya que también provoca una mayor vulnerabilidad a las infecciones.
Entre los problemas que puede generar la osteoporosis es el debilitamiento de los huesos de la mandíbula, lo que provoca el incremento del riesgo de fractura o que el hueso que sostiene los dientes, al perder masa, se vuelva incapaz de sostenerlos. Esta situación del hueso dificulta también la colocación de prótesis o implantes, en caso de pérdida dental, ya que no es lo suficientemente fuerte como para sostener estos elementos.
Por otra parte, esta dolencia también puede derivar en una mayor vulnerabilidad a las infecciones, que puede acelerar la inflamación grave de las encías, como la periodontitis. El daño en el tejido oral hace que, en determinados casos, sea difícil de tratar estas infecciones, por lo que es fundamental seguir una estricta higiene oral diaria, una dieta equilibrada y abandonar hábitos perjudiciales como el consumo de alcohol y de tabaco. El dentista pautará la periodicidad de las revisiones orales, en función de la situación del paciente.
Para las personas con pérdida ósea importante puede ser necesario un injerto óseo, que toma hueso de otra parte del cuerpo para colocarlo donde es necesario y crear una base estable o mejorar el ajuste y estabilidad de, por ejemplo, las dentaduras postizas.
Osteonecrosis de la mandíbula
Algunos de los tratamientos usados para la osteoporosis incluyen bifosfonatos, que ayudan a prevenir la pérdida de hueso y pueden aumentar su densidad en determinados casos. Sin embargo, los dentistas deben estar atentos a un posible efecto secundario, ya que realizar algunos procedimientos quirúrgicos cuando se está tomando este medicamento aumenta la posibilidad de osteonecrosis de la mandíbula. En este caso, el hueso no recibe suficiente sangre, por lo que el tejido óseo muere por la falta de nutrientes y oxígeno.
Aunque no es una enfermedad común, sí puede llegar a ser grave, por lo que es importante que los pacientes con osteoporosis comuniquen a su dentista el tratamiento que reciben, para que este pueda vigilar cualquier posible efecto adverso en su boca. En casos leves, el tratamiento de la osteonecrosis de la mandíbula puede llevarse a cabo mediante la eliminación del tejido necrótico y aplicación de enjuagues bucales antibacterianos, mientras que, en situaciones más complicadas, puede ser necesaria la cirugía para eliminar el hueso.
