Las principales preguntas que se escuchan en las consultas dentales procedentes de los padres en relación a la salud bucal de sus hijos giran en torno a la aparición de los llamados dientes de leche, la conveniencia de continuar con la lactancia materna o cuándo deben llevar a una revisión de salud bucodental por primera vez a los pequeños. Desde el Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife se informa a los progenitores de seis aspectos que deben conocer sobre los dientes de leche.

  1. ¿Cuándo salen?

Son veinte los dientes de leche que le saldrán a los niños y ya están formados al nacer. Suelen empezar a erupcionar alrededor de los seis meses.

  1. ¿Provoca la leche materna caries?

La leche materna es rica en componentes muy beneficiosos para el bebé y, como alimento que es, pueden quedar restos en las primeras piezas dentales de los niños que den lugar a la acumulación de bacterias que provoquen caries. Para evitar la conocida como caries del lactante o del biberón hay que mantener una adecuada higiene bucal desde bebés, esto es, limpiando las encías cuando aún no han erupcionado los dientes, con una gasa humedecida en agua tras cada toma o, si ya han salido las primeras piezas, usar un cepillo de dientes para bebés, pequeño y suave, y una cantidad de pasta que sólo manche el cepillo. Esta limpieza es muy importante sobre todo tras la última toma por la noche.

  1. La primera visita al dentista

El Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife recomienda llevar por primera vez a los bebés al odontólogo una vez han salido los primeros dientes. De esta forma, además de poder iniciar las medidas preventivas que eviten patologías futuras, el pequeño establecerá con el profesional una relación de confianza y se evitará así la aparición posterior de miedo o ansiedad en la consulta dental.

  1. La caries en los dientes de leche

El avance de la caries en niños con dentición temporal es más agresivo que el que se produce sobre la permanente, ya que la pulpa que aloja el nervio de las piezas está más próxima al esmalte. Además, el daño causado por la caries en una pieza temporal puede repercutir en el definitivo y, además, causar problemas de maloclusión, por lo que hay que tratar esta patología, aunque se trate de un diente de leche.

  1. La caída de los dientes temporales

En torno a los 5 y 6 años, los dientes de leche comenzarán a caerse y, entre los 7 y los 12 años, convivirán con los definitivos. El Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife recomienda a los progenitores no forzar nunca los dientes de leche cuando ya el niño cuente con piezas permanentes, ya que lo más probable es que las temporales caigan de manera natural, pero, si erupcionan los definitivos, se debe siempre visitar al dentista por si es necesaria la extracción, ya que no debe permanecer el diente temporal con su sucesor al mismo tiempo.

6. ¿Qué son los dientes de tiburón?

Algunos niños pueden presentar los llamados “dientes de tiburón”, dos filas de piezas dentales, cuando los dientes de leche se resisten a caerse y los permanentes erupcionan en el espacio adyacente que encuentran libre. Muchos padres se alarman ante la espectacularidad de esta situación que, sin embargo, resulta relativamente común y no reviste gravedad, aunque sí requiere que se visite al dentista para que evalúe el estado de la salud dental del pequeño y el mejor tratamiento en cada caso. Se estima que uno de cada diez niños presenta esta anomalía, que se produce por falta de espacio en la mandíbula, extrema dureza de la raíz del diente de leche, causas genéticas o la aparición de un diente supernumerario (una pieza extra), entre otras circunstancias.