Dientes que han bajado demasiado, un labio superior corto y fino en exceso, el desgaste grave de las piezas o alteraciones en la mordida pueden provocar que al sonreír se muestre más encía de lo normal. Esta llamada sonrisa gingival se considera que se produce cuando se muestra en torno a 4 milímetros y, aunque no es por sí misma una patología bucodental, sí puede afectar a la autoestima de las personas, haciendo que adquieran hábitos evasivos como taparse con frecuencia la boca con la mano o realizar movimientos extraños con los labios a la hora de hablar. El Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife recomienda preguntar al dentista habitual sobre los posibles tratamientos, que variarán en función del origen de este problema estético.

En el caso de un crecimiento maxilar excesivo en la población infantil, si se detecta de forma precoz, puede recurrirse a la ortodoncia, así como en los casos en los que esta situación se deba a una mala alineación de los dientes.

Tanto en los más pequeños como en los adultos, si el dentista así lo considera tras diagnosticar las causas, puede proponer una gingivectomía, una cirugía menor, por la que se recorta o remodela la encía. Esta técnica puede requerir una remodelación ósea, si hay también un exceso de hueso alrededor de los dientes.

Dientes más largo

Otro de los tratamientos posibles es el alargamiento coronario, por el que se realiza un desplazamiento hacia arriba de la encía, que permite que se vea más el diente. En estos casos, al quedar más expuesta la raíz de la pieza dental, es posible que el dentista sugiera colocar carillas o coronas para obtener un resultado estético armónico en relación a las proporciones de los dientes.

Por último, en los casos más severos provocados por un crecimiento excesivo del hueso maxilar superior, cuando la cantidad de encía es mayor que la de diente, es necesaria una cirugía ortognática, que realizará un cirujano maxilofacial en un entorno hospitalario.